Era un 11 de febrero de 1985 cuando The Smiths publicaban su segundo álbum con el directo título «Meat is murder» (la carne es asesinato), el primer y único de los discos del grupo que llegó al número 1 en las listas inglesas. Morrissey, su cantante, por aquel entonces era un acérrimo defensor del vegetarianismo. Fue su madre, otra ferviente defensora, con 11 años la que le hizo ver que comer carne implicaba sacrificar y matar multitud de animales además de una forma salvaje y atroz (en aquellos tiempos no se tenía demasiado miramiento en los mataderos con lo que sentían los animales).

Morrissey era quien llevaba la voz cantante y lideraba al grupo, solía imponer su criterio frente al resto del grupo (a excepción del guitarra Johnny Marr, fiel escudero hasta que terminaron en una pelea de la cual aún no se hablan). Por ejemplo, Morrissey prohibió a sus compañeros en The Smiths ser fotografiados comiendo cualquier tipo de carne y en muchas entrevistas y actos públicos (incluso en televisión) manifestó su repulsa a comer carne criticando la forma en la que se asesinaba a los animales. Por aquel entonces el ego de Morrissey ya tenía proporciones bíblicas y de cualquier cosa que salía de su boca se hacían eco los tabloides británicos: crítico al gobierno de Margaret Thatcher, a la monarquía inglesa, a muchos músicos, a la prensa, a determinadas causas benéficas… Sin embargo, a pesar de su lengua viperina, el disco «Meat is murder» es una gigantesca colección de hermosas canciones y uno de los discos más importantes de pop de la década de los ochenta.


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