Para la mayoría del mundo un completo desconocido. Para los neoyorkinos toda una leyenda. Ron Delsener es, sin duda, un tipo icónico en lo que se refiere a las actuaciones y conciertos. ¿Por qué? Porque revolucionó la escena musical en Nueva York organizando eventos que marcaron un antes y un después. ¿Recuerdas a los Beatles en el Forest Hills Tennis Stadium en 1964? Sí, él estaba detrás de eso. ¿El mega concierto de Simon & Garfunkel en Central Park más de medio millón de personas? También fue obra suya. Lo mismo que Patty Smith en el Palladium llevando el punk a otra dimensión o Bowie en el Carnegle Hall. Lo suyo no era solo montar espectáculos, sino convertirlos en experiencias épicas.

Trabajó con gigantes como Bruce Springsteen, Hendrix, Kiss, Billy Joel, Jon Bon Jovi, Cher y muchos más, siempre buscando llevar la música en vivo a otro nivel. No era solo un promotor, era un verdadero apasionado de los conciertos, alguien que entendía lo que los fans querían antes de que ellos mismos lo supieran. Una de sus estrategias era empapelar masivamente las calles con carteles de los conciertos en los que incluía su nombre para que su leyenda precediera la actuación.

Una gran parte de su legado y su historia ha sido inmortalizado en el documental «Ron Delsener Presents» que se estrena por fin el próximo 30 de mayo y en el que se explora su influencia y sus contribuciones a la industria musical retratando a la persona y al implacable empresario que convirtió New York en el epicentro mundial de las actuaciones en vivo. A sus 84 años, ya retirado, todavía sigue acudiendo a algunos conciertos de sus numerosos amigos dentro de la industria.


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