A finales del año 95, con el auge de la música electrónica en España, fueron apareciendo grupos y djs, sellos, discotecas, revistas… Hacía un año de la primera edición del Festival Sònar de Barcelona y todo un mundo crecía alrededor de músicas como el techno, el house o el trance. Uno de esos lugares que explotaron y brillaron con luz propia fue la discoteca fragatina Florida 135 que comenzó a programar discjockeys internacionales regularmente. En diciembre de ese 1995 editan y reparten de forma gratuita el primer Technodiccionario con los términos que todo aficionado debe conocer. Coordinado por Advanced Music (los responsables de Sònar) y con los textos del más sabio entre los sabios en cuanto cultura dance se refiere, el incombustible Luis Lles, sale este pequeño libreto con casi un centenar de nombres, términos, estilos, aparatos, jerga… y con el diseño de Joan Manel Jubany. El mismo Technodiccionario se reeditaría al año siguiente junto a la nueva revista Dance De Lux, la versión de músicas electrónicas de la clásica Rock de Lux. Con la evolución ahora sería casi un libro.