En 1978, después de una larga gira por los Estados Unidos con los Rolling Stones, Mick Jagger (el feo) viajó a Jamaica de vacaciones y allí conoció a dos de los más importantes músicos del momento, Bob Marley (el bueno) y el que fuera su escudero unos pocos años antes, Peter Tosh (el malo, entre comillas), hasta que las desavenencias entre The Wailers, el grupo de Marley, fueron tantas que casi todos sus miembros principales abandonaron el grupo (entre ellos Tosh, que se volvió más reaccionario en su mensaje y con más mala fama en la isla caribeña).
Fruto de ese encuentro Jagger-Tosh y viendo el éxito que el reggae comenzaba a tener por todo el mundo, el cantante de los Rolling Stones le fichó para el sello que desde 1970 tenían tras acabar su relación con Decca y que servía para proyectos paralelos (siempre con poco éxito) de los miembros del grupo. El primer disco de Tosh en el sello fue el álbum de 1978 «Bush Doctor» y como single de presentación optaron por una versión de un clásico de The Temptations, la canción «Don’t look back» de 1965 (tema con la que solían acabar sus actuaciones los de la Motown) en la que cantaba a dúo con el propio Mick Jagger. El tema fue un éxito en Inglaterra y la puerta abierta hacia la internacionalidad del jamaicano que siguió publicando con el mismo sello varios años más.